¿Por qué debes disciplinar a tu hijo?

¿Qué es lo primero que viene a tu mente cuando te pregunto el significado de la palabra DISCIPLINA.? Muchas personas piensan inmediatamente en la palabra “Castigo” como sinónimo de disciplina.

Sabías tú, que la palabra disciplina tiene sus raíces en la palabra “discípulo”. ¿Qué es un discípulo?. Es un seguidor, es decir, es alguien que aprende o sigue el ejemplo del maestro.

El objetivo de la disciplina es desarrollar el AUTOCONTROL en el niño. Debes corregir a tu hijo con amor y paciencia, pero con firmeza. Primeramente, debes enseñarle con el ejemplo, a dar gracias, a pedir por favor, a obedecer, a ser honesto y mantener su palabra.

Los métodos de disciplina no deben de ser iguales para todos los niños, ya que existen diferentes personalidades en cada hogar y lo que funciona con un niño no funciona con el hermano o la hermana. Es un gran error el querer corregir y disciplinar a todos los hijos de igual manera, primero debes conocer a tu niño y conocerte a ti mismo.

Debes evaluar como te disciplinaron cuando eras pequeño y considerar que dio resultado y que cosas te dejaron con un sabor amargo, rechazo y desprecio, hacia tus padres. Por lo general en nuestras vidas, repetimos con nuestros hijos el ciclo de lo que hemos vivido en nuestro hogar cuando éramos niños, y lo que ocurre es que aplicamos el mismo sistema que aplicaron nuestros padres con nosotros, sin importar los resultados.

Para disciplinar mejor debes

Primero: Reconocer que clase de padre o madre eres.

En general hay cuatro estilos de padres:

• Estilo permisivo
• Estilo negligente
• Estilo autoritario
• Estilo con amor y límites

Padres Permisivos: son padres con cariño, sobre protector, dan mucho amor, besos, pero no controlan la disciplina, sí, escuchan a sus hijos con profundo interés, pero no saben enseñarles a distinguir en lo que está bien y lo que está mal. Los niños crecen con sentimientos de inseguridad, sin saber lo que es correcto y lo que no lo es. Normalmente, se les escuchan decir “Mi amor no hagas eso” o “Junta los juguetes” unas cuantas veces, sin que el niño haga caso alguno.

Padres Negligentes: no tienen la habilidad de controlar la conducta de sus hijos, no tienen capacidad de expresar el amor que sienten hacia sus hijos. Los niños están abandonados, no se preocupan por ellos, nunca saben donde están, si comieron o no, si están abrigados, o con quien juegan, no los escuchan. Toda la familia está desconectada, y hay una inconsistencia en la relación, muchos gritos, apatía e irritabilidad.

Padres Autoritarios: Incapaces de expresar amor, pero sí pueden controlar la conducta de sus hijos. La disciplina es extremadamente estricta, los castigos son severos y van acompañados de rechazo, generalmente el tono de voz es áspero, duro e inflexible. Se preocupan por el que dirán de los demás, los vecinos, la iglesia, quieren dar siempre el ejemplo, hacen lo que el padre dice y los niños solo obedecen. Las familias autoritarias lucen bien, son modelos a donde van, pero los hijos, cambian rotundamente cuando llegan a la adolescencia, los padres no les dejan que elegir a sus hijos, por lo que en la adolescencia, no saben elegir, y, por lo tanto, eligen lo contrario a los padres y eligen mal.

Padres del estilo de amor y límites: son aquellos donde existe armonía, hacen sentir amor a sus hijos, las normas no son sofocantes, ni inflexibles, la obediencia sin relación no vale, la relación es cálida y de respeto mutuo. Si no hay una buena relación, no hay amor, el punto de partida para obtener obediencia es crear una buena relación con los hijos, el niño no puede aprender si no tiene amor, estos padres escuchan los intereses de los niños sin imponer su voluntad. Son padres que enseñan a tomar decisiones y aceptan que los niños tengan derecho a equivocarse, lo que permite al niño sentirse responsable, lo que dará un producto positivo a largo alcance en el futuro. Este es el tipo de padres al que debes llegar a ser y el más efectivo para disciplinar.

Hasta aquí te voy a sugerir que analices, que clase de padre eres y que pidas a Dios sabiduría para identificar los errores y corregirlos, primeramente en ti, para que puedas ser padre, que enseñe a sus hijos con amor y con límites y que eduques personas que serán una bendición para esta sociedad.

Segundo: Debes estudiar que clase de personalidad tiene tu hijo

Existen cuatro clases de personalidades primarias, y por lo general ninguna persona es puramente un estilo de personalidad, sino que es una combinación de ellos. Pero debemos reconocer las características de cada una para establecer los estilos de corrección que debemos aplicar con nuestros hijos.

Las cuatro personalidades son:

1. Sanguíneo o líder
2. Melancólico o pacífico
3. Colérico o dominante
4. Flemático o ayudador

Cada estilo de padre y cada personalidad va a determinar la manera en que debemos reaccionar y comportarnos con nuestros niños.

En el próximo artículo hablaremos de qué métodos debemos de aplicar de acuerdo a cada personalidad. Regístrate para recibir un aviso en tu email cada vez que escriba un nuevo artículo, donde dice “Suscripción por email“

Silvana Benitez – Consejera para padres

 

• Padres e hijos: secretos para relacionarse mejor